Hace unos días una señora me dijo que algo pasaba con la ineficacia del enfoque que yo estaba empleando para vender mis servicios. Por más de 16 meses he publicado notas en la Bitácora Digital del Grupo Millennium Hispaniola. Hasta yo mismo he llegado a pensar en que este medio ha sido ineficaz. Sin embargo, la chiripa que estoy realizando y la existencia de un grupo de lectores entusiastas y visionarios, aunque callados, hace que se deduzca lo contrario. Ya creo haber entendido lo que está sucediendo: la falta de una masa crítica de pensadores sistémicos hará imposible solucionar la crisis de electricidad.
Es por lo anterior que la coherencia de mis humildes planteamientos está por cruzar el abismo de los curiosos y los visionarios al espacio de la gente pragmática. Sé que tomará tiempo para que los conservadores se interesen de estos planteamientos, que luego entenderán – a lo mejor muy tarde - que les conviene, y mucho más tiempo para los escépticos.
El diálogo generativo para resolver la crisis del sector eléctrico debe realizarse con gente pragmática de todos los sectores que quieran participar. Para ello estoy invitando a los curiosos y visionarios a comunicarse conmigo discretamente para organizar los preparativos para dicho diálogo con miras a cruzar dicho abismo y obtener una ventaja sobre los que quieren preservar la crisis del sector.
La gente pragmática no participa de este movimiento porque va en contra de la sabiduría convencional. Lamentablemente, la crisis eléctrica no tiene solución con la sabiduría convencional porque es un dilema. Los dilemas son dilemas porque no se pueden resolver con la forma prevaleciente de ver el mundo. Aunque la era industrial está dando paso a la era del conocimiento, la gran mayoría de la gente ve el mundo bajo un pensamiento mecánico en vez de un pensamiento sistémico.
Es por eso que el Listín Diario publica titulares como “La Crisis que Nos ha Vencido” y “¡Que los desenmascaren!” sin despertar ninguna incoherencia, que no sea la de los curiosos y los visionarios, que están completamente descoordinados y sin acceso a los medios de comunicación masiva, como están los conservadores “que se mantienen apegados a la vieja tecnología por tanto como sea posible (a) porque según ellos funciona, (b) porque le es familiar, y (c) porque ya la pagaron.[1]”
Como todos los curiosos, los visionarios y los pragmáticos saben, el sistema no funciona. Es evidente que los pragmáticos bajo su pensamiento mecánico entienden que realmente la crisis nos ha vencido. La única salida que les puedo proporcionar es que acepten el beneficio de la duda y participen en un entrenamiento sobre el pensamiento sistémico aplicado a la crisis de electricidad, con una serie de seminarios para ponerse al día. Así podrán estar preparados para participar en el diálogo generativo.
El pensamiento sistémico no aplica solamente al dilema de la electricidad. En realidad, el dilema del DR-CAFTA es otro que tiene a los sectores productivos dominicanos encerrados en el miedo a la liberación del mercado. La competitividad sistémica es la salida, porque la gran mayoría de los grandes negocios americanos no la entienden. La prosperidad de la República Dominicana debe ser desarrollada con base a ejecutivos, estrategas, emprendedores y otros que entiendan lo que sugiere Eamonn Kelly en su libro “Powerful Times:” que hagamos un uso más elevado de nuestras facultades mentales. La ventaja competitiva del país aparecerá cuando haya una masa crítica de gente pragmática que aplique el pensamiento sistémico. Esa es la clave para desarrollar multinacionales de la Hispaniola.
P.D.: Cambié un tanto el mensaje central de la Bitacora. Ahora dice "Pensemos en una electricidad que habilite el máximo valor al cliente."
[1] Geoffrey Moore, “Living on the fault line,” página 142.
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