¿Es serio el Gobierno con la situación de la electricidad? La mayoría de la gente diría que no y tiene casi cuarenta años de apagones para probarlo.
Pero el Partido de la Liberación Dominicana llegó al poder en 1996 con el deliberado propósito de agarrar al toro por los cuernos. Propuso y logró que se aprobara una ley de capitalización de las empresas públicas, una de las cuales era la CDE, y puso en ejecución un proyecto con todas las bendiciones de expertos nacionales y extranjeros.
El sistema propuesto y en ejecución ha sido un fracaso rotundo, pero nadie lo admite.
El Gobierno enfrentó primero la disparidad de criterios de algunos de los integrantes de su equipo eléctrico. A consecuencia de ello, se cometieron errores graves. Sin embargo, la política de apertura del mercado logró que muchos inversionistas se acogieran al clima e invirtieran. Lo que el Gobierno no pudo lograr fue que lo hicieran en un ambiente de competencia que beneficiara al público.
Y el Gobierno cayó en la trampa de los subsidios, que se convirtió en la excusa de las empresas para justificar sus problemas. Hoy los subsidios son una carga insoportable.
En lo único que el Gobierno se ha manejado bien es en las relaciones públicas. Mientras intenta negociar contratos sellados con siete llaves, presenta a los generadores como los malos de la película. Al mismo tiempo, negocia plantas en condiciones muy distintas a como las ofertó y subsidia a la población de bajos ingresos. Un bello retrato.
Mientras tanto, el país sigue exactamente con los mismos problemas: limitada generación, grandes pérdidas, un pesado subsidio y el mismo apagón.
atejada@diariolibre.com
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