martes, febrero 05, 2008

El Genio de la Y: Sostenibilidad y Bienestar Social

En la nota Detengamos el Hurto y Aumentemos el Bienestar Social se conjuga uno de los importantes postulados del libro "Built to Last," de Collins y Porras que es "El Genio de Y." No se trata de elegir entre detener el hurto y aumentar el bienestar social. De lo que se trata es hacer las dos cosas.

Hace año y medio, con la nota Evitemos un Crimen de Grandes Proporciones con el Genio de Y decía lo siguiente:

La mayoría de la gente quiere una solución a la crisis de electricidad. Este es el enfoque de la sabiduría convencional, aunque los que se aprovechan de la crisis podrían no estar de acuerdo con que se resuelva. Una gran masa de clientes produce pérdidas, pero muchos de ellos tampoco reciben beneficio de la electricidad. El objeto principal de la solución sobre el tapete es reducir esas pérdidas para garantizar la sostenibilidad financiera del sector eléctrico, lo cual es imposible sin también asegurar que se satisfagan al mismo tiempo las necesidades de los clientes.

Generemos otras oportunidades inherentes a la crisis eléctrica, ya que detrás de la gran crisis existen grandes oportunidades. Esas oportunidades son tanto para reducir la gran destrucción de valor que a pocos les beneficia, como también para generar nueva creación de valor con la inversión en tecnología e innovación. Los beneficios de los pocos que se aprovechan de la crisis son mucho menores que los de las oportunidades que están disponibles para generarse con una profundización de la reforma que introduzca la competencia al por mayor y al detalle.

Las opciones de competencia que los detallistas ofrezcan, hará que la mayoría de los clientes individuales que reciban beneficio asegurado de la electricidad la pagarán por quedar satisfechos. El objeto principal es generar nuevas oportunidades de negocios y empleo para aumentar substancialmente el valor que ofrece la electricidad y de paso satisfacer las necesidades particulares de cada cliente individual, así como impulsar el crecimiento de la economía.

Por mucho tiempo se creyó que un vehículo de mayor calidad tendría que ser un vehículo más costoso. Era posible que el precio del vehículo fuera más caro, pero cuando se suman los costos de operación y mantenimiento el de mayor calidad resulta menos costoso. Mercedes Benz ofreció a precios elevados esa opción hasta que Toyota la superó. Mayor calidad Y menor costo es la referencia de hoy. Es lo que Jim Collins llama el “Genio de Y.”

Por el “Genio de Y” podemos pensar en menor costo y mayor valor simultáneamente. Es por eso que el GMH quiere que desarrollemos ambas: solucionemos la crisis Y aprovechemos las oportunidades. Si desaprovechamos el potencial de generar oportunidades para los dominicanos y extranjeros, estaremos cometiendo un crimen de grandes proporciones.

Los que se aprovechan de la crisis tendrían un mayor espacio para aprovecharse proactivamente de las oportunidades si dejan de aprovecharse de la crisis. Con ambas soluciones se reducen los costos de la electricidad y se aumenta el valor que reciben los consumidores de la misma. Por el “Genio de Y” podremos profundizar la reforma para: financiar las inversiones de los agentes Y satisfacer las necesidades de los clientes.


Detengamos el Hurto y Aumentemos el Bienestar Social

De acuerdo a mi querido amigo, el destacado periodista Don Mario Rivadulla, con quien me han unido lazos de trabajo y amistad de muy largo tiempo, con su artículo Detengamos el robo energético, John Heath “puso el dedo sobre la llaga del problema nodal.” Heath opina que el problema nodal “es el fraude eléctrico, el robo de energía, destacando que al presente todavía las distribuidoras apenas logran cobrar el 60 por ciento de la que sirven, cuando el mínimo de cobranza necesario para garantizar un servicio razonable está en el rango de entre el 85 y el 90 por ciento.”

La opinión de Heath es correcta si de lo que se trata es mantener el ineficiente y obsoleto sistema actual, así como garantizar la sostenibilidad de las inversiones de los agentes del mercado eléctrico con base a la modificación de la Ley General de Electricidad. En mi artículo HOY ECONOMÍA - El hurto no es el problema, explico que el problema nodal es estructural. En particular, uno de los elementos estructurales defectuosos es precisamente la distribuidora y su ineficiente modelo de negocios que no está diseñado para servir al público y que invita a los subsidios del gobierno. También explico que la solución es emergente.

En el tercer considerando de la Ley General de Electricidad original se destacaba “Que a partir de la década del 70, diversos factores combinados determinaron una profunda y sostenida crisis en el suministro de electricidad debido a elevados incrementos en los precios del petróleo y derivados, principal fuente energética del país, insuficiente capacidad de generación instalada y excesivas pérdidas en los sistemas de transmisión y distribución.” Es evidente, que el mayor problema de tales pérdidas de distribución, en las que el hurto es el principal elemento, no ha podido ser enfrentado por las distribuidoras capitalizadas por defectos en el sistema previstos en la ley. Para mayores detalles, sugerimos ver también la nota El Hurto NO es el Problema Parte 2.

Si de lo que se trata es la sostenibilidad del sector completo para ofrecer el máximo bienestar social, incluyendo también las inversiones de los clientes, la opinión del Heath es incorrecta a la luz de los nuevos descubrimientos en la materia. El cambio estructural, que requiere una nueva Ley de Electricidad, pondría detallistas de electricidad a competir unos con otros, garantizando no solo detener el robo energético más rápidamente y de forma definitiva al ofrecer un servicio con calidad a cada cliente individual, sino crear nuevas oportunidades de negocios y empleos con elevado potencial de exportación.



Detengamos el robo energético

Por Mario Rivadulla

Fue feliz, oportuna y provechosa la iniciativa de la Comisión Nacional de Energía que preside Arístides Fernández Zucco de organizar la I Semana Internacional de la Energía, un evento que se quiere tenga permanencia con frecuencia anual y sea manejado por una Fundación que lo mantenga al margen de los vaivenes políticos y cambios de gobierno.

Durante los días que duró el encuentro se dejaron escuchar exposiciones muy interesantes y orientadoras sobre el vital tema energético, tanto de especialistas nacionales como extranjeros. Al mismo tiempo, estuvieron a la vista y conocimiento del público en diversos stands diferentes proyectos de energía alternativa, algunos de los cuales ya se encuentran en proceso de ejecución.

Como certeramente expresó en una de sus intervenciones Fernández Zucco, nuestro petróleo es el aire, el sol y el agua por lo que tenemos que aprovechar esos elementos al máximo para hacernos cada vez menos dependientes de la importación de los combustibles fósiles, cuyos elevados precios constituyen una especie de dogal para la economía dominicana que afecta tanto las finanzas públicas como las actividades productivas y el presupuesto familiar.

El funcionario hizo hincapié además, en algo que hemos venido repitiendo en esta tribuna desde hace mucho tiempo: es que tenemos que cobrar conciencia de que somos un país de recursos limitados, por lo que no podemos permitirnos el lujo de seguir dispendiendo los mismos como si tuviéramos de sobra para botarlos. Más claro: somos pobres y no podemos pretender vivir como ricos, al menos mientras no salgamos de la pobreza.

Pero sobre todo, Fernández Zucco rubricó la intervención a que hacemos referencia con una exhortación terminante y vehemente a pagar el consumo de energía. Es necesario hacer insistencia en este punto, porque alrededor del mismo es que se sustentan las posibilidades de contar con un servicio energético eficiente, estable y, en el tiempo, con la razonable oportunidad de prestarlo en condiciones más económicas para los usuarios.

Precisamente en el marco de este evento, la Cámara Británica de Comercio, que ha dado seguimiento al tema patrocinando la presentación en el país de expertos en la materia, promovió por segunda ocasión la del especialista John Heath, reputado miembro de la firma de Asesores Internacionales Independientes Adam Smith, con sede en Londres.

Durante su detallada exposición, Heath, quien posee una vasta experiencia por los servicios de asesoría que ha prestado en numerosos países en el campo energético y es un profundo conocedor de la problemática que confronta el sistema eléctrico nacional, destacó algunos avances que se han obtenido. Entre éstos, resaltan la captación de más de 150 mil nuevos usuarios y la significativa reducción en las pérdidas de transmisión de energía.

Pero también puso el dedo sobre la llaga del problema nodal: es el fraude eléctrico, el robo de energía, destacando que al presente todavía las distribuidoras apenas logran cobrar el 60 por ciento de la que sirven, cuando el mínimo de cobranza necesario para garantizar un servicio razonable está en el rango de entre el 85 y el 90 por ciento.

Es obvio que con una pérdida tan apreciable, con tanta gente robándose la luz, y conste que los mayores hurtos se registran entre usuarios de consumo medio alto y alto, ningún sistema puede sostenerse ni brindar un servicio eficiente y económico.

Hoy por hoy, nuestro país sigue figurando entre los 8 del mundo donde se producen mayores pérdidas en el sector energético. Como si fuese poco, un reciente informe del Foro Económico Mundial, como señalaron Heath y el propio Presidente de la Cámara Británica, Roberto Herrera, la oferta eléctrica de nuestro país figura en el puesto 130 de un total de 131 países analizados. ¡Peor no puede ser!

El tema es de suma importancia, porque si bien hasta ahora el sistema se ha mantenido con todas sus limitaciones sobre la base del cuantioso subsidio que aporta el Estado de 800 millones de dólares, es evidente que el mismo no podrá mantenerse de manera indefinida. Y hay que imaginarse las consecuencias que acarrearía el día que esto ocurra.

Entonces la coyuntura que enfrentamos es inapelable: o hacemos auto sostenible el sistema pagando el consumo o nos abocamos a la triste realidad de un día amanecer con el país apagado, cuando ya el Estado no pueda distraer más fondos, salidos de los bolsillos de los contribuyentes, para cubrir la brecha de los mala pagas.

Enlace a la noticia original del Listín Diario