José Antonio Vanderhorst Silverio, PhD
Consultor Interdependiente en Electricidad
Cuando empecé a razonar sobre las inversiones en obras públicas, siempre critiqué que los arreglos de las calles eran tan malos que en poco tiempo había que volver a arreglarlas. Alguien muy conocedor de la razón de ese comportamiento del Estado me explicó que así se reanimaba la economía. Todavía hoy tengo mis dudas al respecto.
Sin embargo, en el caso de la energía eólica podemos ver que si los proyectos se hacen en menor escala y se conectan a las redes de distribución, la inversión en moneda extranjera podría hasta reducirse, aunque los gastos de inversión local sean mayores. Es factible hacer los estudios para comprobar lo que no se vé a simple vista y es que el aumento de los costos en moneda local ayudan a reactivar la economía, creando empleos directos e indirectos, así como mayor uso de materias primas locales. En la operación, a pesar de necesitar mayor uso de personal local, hay importantes economías. Por ejemplo, en vez de cargo por transmisión, recibirían posiblemente un crédito por reducir las pérdidas en esas redes. El cargo por regulación de frecuencia de una central eólica grande sería muchas veces mayor que si se espaciera por toda la geografía.
Hagamos los estudios que la ley exige y otros que como el que sugerimos permitirán que los efectos secundarios de las inversiones eólicas sean positivos. Tengo la corazonada de que "Small" es ciertamente "Beautiful". A mis amigos del BHD este enfoque le conviene mucho más, porque está mucho más cerca de sus competencias esenciales.
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