Este es el Editorial:
El gobierno tiene que resistir la tentación de buscar soluciones mágicas a los recurrentes problemas del país, porque muchas de ellas esconden malos negocios para los dominicanos.Una crisis es un mal momento para negociar y eso vale para todo, desde la energía eléctrica, donde ya tenemos la experiencia de la Smith & Enron y de la Cogentrix, hasta el endeudamiento externo.El gobierno tiene que mostrar sus cartas y plantear claramente sus prioridades a la luz de los retos inminentes como son el RD-Cafta y el acuerdo con el FMI, pero debe tener mucho cuidado en comprometerse más allá de lo prudente en negocios que pintan buenos y luego resultan lesivos al interés público.
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