Las empresas más vivas ya se colaron y pasaron a disfrutar de un sistema que las subsidia y claramente otras quisieran tener esa dicha. Se trata de un sistema excluyente al que según Luís Arthur en su nota Clientes No Regulados se necesita invertir "Posiblemente de 6 a 10 millones de devaluados pesos." Excluyente porque todo el que no tiene esa friolera, o tiene menos de 200 kW, se queda fuera.
Hoy Milton Tejada envía un mensaje que puse en la nota Comentario Medios: Hijo del desaliento. Cito lo siguiente:
"El tema energético es un desalentador colectivo tremendo que pende sobre la sociedad dominicana, sin solución visible a corto plazo. Y sin claridad de mira", señala al final el editorialista (El Nuevo Diario – editorial – 03 de octubre de 2006).
El desaliento es el mismo que el del Listín Diario y que respondimos con la contribución del GMH para el Foro Eléctrico en la nota Electricidad para la Era del Conocimiento. Así que hay solución visible a corto plazo desde hace más de 10 años. El problema es el sistema que impide que luego de contratar a tres expertos para ofrecer sus propuestas y se les pague por ello, una de esas propuestas - la única con una visión clara y contundente - se engavete y solo se contemplen las otras dos. Esa visión aparece en la nota Necesidad de una Política Integral de Electricidad de la República Dominicana, la cual ha dado paso a la Electricidad Sin Control de Precios como la llamamos ahora.
La nota del Sr. Tejada concluye:
"el Gobierno parece atrapado en sus propias decisiones erradas sobre este problema". Parece "hablar" claro el editorialista.
En realidad es más preciso referirse al Estado y no el Gobierno, porque este sistema es fruto de muchos desaciertos anteriores.
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