Bernardo afirma que "Para mi el problema es que nos fuimos a un modelo de capitalización que no tomo en cuenta los problemas estructurales del sector eléctrico." Concuerdo totalmente: el modelo de capitalización no tomó en cuenta los problemas estructurales del sector eléctrico dominicano. La reestructuración que se hizo mantuvo la distribución ligada a la comercialización, dejando el problema amarrado. Se necesita separar el problema - la comercialziación - para dominar a la bestia.
En términos generales, así también lo reconocen la banca multilateral, conforme vemos en el libro "Keeping The Lights On," publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en el 2003:
A pesar de que en el estudio de las reformas realizadas en Colombia, Honduras y Guatemala difieren grandemente, Jaime Millán y Nils Henrik M. von der Fehr han sintetizado lecciones aprendidas, que "incluyen dificultades en la introducción de soluciones de mercado, el establecimiento de nuevas instituciones regulatorias y en evitar interferencia política incoherente y desorganizada en el desarrollo de la industria." Ellos agregan que: "Parece que contextos particulares de los países – motivaciones para y experiencia con reformas – fueron grandemente pasados por alto... transferir un modelo fuera de su contexto es probable que falle... el desarrollo institucional a gran escala requiere un proceso de descubrimiento de las necesidades y capacidades locales.
Además, la existencia de un mercado totalmente libre de soluciones individuales de seguridad de suministro eléctrico en la República Dominicana genera un contexto totalmente distinto al que existía en Chile que se pasó por alto. El mercado al detalle no hay que implantarlo, y aunque es muy ineficiente, ya existe (así sucede siempre con la intriducción de nuevas tecnología "disruptivas"). El problema dominicano no es tanto de distribución sino de comercialización. Pero más que todo, la causa principal del problema está en la "interferencia política incoherente y desorganizada en el desarrollo de la industria."
Los dominicanos tenemos una segunda oportunidad para hacerlo bien sin saltar etapas, ni separar el problema en asuntos principales y secundarios, como sugiere Bernardo. Creo que todavía podemos iniciar la década de los años 10 con un mercado vibrante de electricidad, persiguiendo la liberación completa del mercado desde ya. Esto fue lo que vislumbré en 1999 y que ahora podemos adaptar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario