LIDERAZGO SISTÉMICO
Rescate eléctrico al pacto fiscal
Rescate eléctrico al pacto fiscal
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JOSÉ ANTONIO VANDERHORST-SILVERIO
Consultor Sistémico
Sobre mí
Diseñador del Modelo Marco de la Electricidad Con Valor Agregado. Miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Miembro Vitalicio Senior del IEEE
Como extensión de la nota del Blog del GMH “Riqueza sin CDEEE,” donde tiene un primer comentario, el artículo del mismo nombre publicado en acento.com.do y el articulo “Riqueza sin Corporación Dominicana Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE),” publicado en el periódico Hoy, el pacto fiscal puede quedarse en el Congreso y aligerar la carga a los sectores más necesitados, si al mismo tiempo el Estado Dominicano se desprende totalmente del rol de empresario del sector eléctrico. En esta ocasión, los inversionistas locales y extranjeros podrán repetir el exitoso proceso de las zonas francas de exportación, donde la experiencia de las empresas extranjeras fue emulada satisfactoriamente por inversionistas nacionales.
Mientras los partidos políticos de la oposición reclaman el regreso al pacto en el Consejo Económico y Social, ahora que el PLD esta listo para la reforma unilateral, la gran mayoría de los sectores afectados parece haberse dado por vencido. Yo veo lo sucedido como el gran fracaso del consenso. Esto me recuerda la opinión del Dr. José Ramón Albaine Pons, “El consenso como nueva forma de dominación,” publicada en el Listín Diario el 17 de marzo de 1994.
El Dr. Albaine dijo “… resulta que el mundo caminaba por otras vías. La especialización profesional, fruto de la explosión del conocimiento del siglo XX, hacía necesario no solo que los puestos de trabajo fuesen desempeñados por las personas profesionalmente preparadas para ello, sino que las opiniones de los expertos y especialistas fueran tomadas en cuenta a la hora de tomar decisiones de planeamiento, política o simplemente de desarrollo.”
Y agrega “Nuestro país político siguió su ruta independientemente de la humanidad, pero la sociedad civil buscó y encontró vías no gubernamentales de organización que por principio buscaban resolver ese cuello de botella que nos asfixiaba y asfixia. La racionalización de la administración llevó al descubrimiento de la concertación y el consenso para la toma de decisiones.[
Entre otras cosas, el Dr. Albaine llegó a la conclusión de que “La búsqueda de soluciones de consenso, una buena táctica gerencial para resolver problemas interpersonales y de grupos, especialmente en repartos de cuotas de poder, no puede extenderse hasta intentar que produzca soluciones que solo pueden alcanzar especialistas en un campo dado. En otras palabras, un consenso entre disparatosos solo puede producir un soberano disparate”
Pero donde quiera se cuecen habas. Tal es el caso de los Estados Unidos donde le Congreso es dominado por intereses especiales. Es así que las reformas de los sectores eléctricos del mundo tienen una hoja de ruta, también consensuada por la banca multilateral que debe empezar la liberación con el mercado mayorista, cuando el único estudio serio de la reforma de los sistemas eléctricos sugirió empezar por el minorista, que en este caso sería una importante plataforma para nuestro desarrollo.
De acuerdo al gran filósofo norteamericano, Charles Sanders Peirce, el consenso es un medio que no se acerca a la realidad. Para acocarse a la realidad, el sugiere una actitud científica orienta a la acción. Si se toma esa actitud, se encontrará que la crisis de la electricidad desaparece si cambiamos el paradigma de la garantía de la energía barata por el de la garantía de la información barata.
La falsa creencia en la garantía de la energía barata de parte del gobierno y la realidad que viven los inversionistas que como consecuencia de la incertidumbre que representa un sector eléctrico intervenido por el Estado, que actúa como empresario y como regulador, siendo juez y parte. Ese es el tranque que tiene el sector eléctrico.
Amparado en una actitud orientada a la acción, he diseñado un modelo sin precedentes para el sector eléctrico que separa los bienes públicos de los bienes privados. Los bienes privados corresponden a la generación central, la generación distribuida, los comercializadores de electricidad al detalle y los pro-sumidores (clientes que generan o almacenan electricidad y que invierten en eficiencia energética coordinado con los detallistas).
Además de la licitación de la comercialización, también se licitarían la participación del Estado en EgeHaina y EgeItabo, donde hoy día el sector privado es el que saca los mayores beneficios.
Los bienes públicos, que no conviene duplicar corresponden a la redes de transmisión y distribución que se reintegrarían, por ejemplo, en las mismas zonas de las EDEs (empresas distribuidoras de electricidad) para convertirse en ETEs.
El Estado regularía las ETEs que se licitarían al sector privado, generando importantes recursos a corto plazo. Contrario a la CDE, la CDEEE y las distribuidoras, las ETEs estarían obligadas a ofrecer un servicio con calidad comercial por el transporte de electricidad o compensar al cliente.
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